Me quiero separar, ¿qué tengo que hacer?

Me quiero separar y no sé por dónde empezar… Si estás pensando en la separación, tus pensamientos pueden fluctuar, yendo desde las meras y fugaces imaginaciones de cómo sería la vida si estuvieras soltero, hasta el repetitivo y tortuoso proceso de pensamiento de «¿Debería o no debería separarme?» Y esos pensamientos recurrentes no pueden acallarse […]

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Me quiero separar y no sé por dónde empezar…

Si estás pensando en la separación, tus pensamientos pueden fluctuar, yendo desde las meras y fugaces imaginaciones de cómo sería la vida si estuvieras soltero, hasta el repetitivo y tortuoso proceso de pensamiento de «¿Debería o no debería separarme?» Y esos pensamientos recurrentes no pueden acallarse fácilmente, así que pronto empiezan a afectar en la convivencia. 

Mi experiencia trabajando con personas y familias en proceso de separación de pareja me ha ayudado a identificar 35 cosas que te ayudarán a plantearte la separación de pareja con una mayor claridad y detener el proceso de pensamiento recurrente.

Al completar cada paso estarás haciendo algo más que simplemente pensar en el divorcio. Comenzarás a comprender mejor qué dirección podría tomar vuestro matrimonio y tu vida.

1. Al contemplar por primera vez la separación o el divorcio, es posible que sepas o no si te quieres separar. Lo que»quieres» o “crees que quieres”  puede ser totalmente diferente de lo que finalmente decidas que «debes» hacer.  

2. Infórmate. Es probable que sientas que has llegado a un punto muerto en tu matrimonio. Puede que estés increíblemente enfadada o decepcionada. Incluso  quizás te sientas deprimida. Pero no deberías tomar decisiones a largo plazo desde este lugar emocional. Empezar a informarte sobre el proceso de separación o divorcio te ayudará a que las ideas que tienes en la cabeza tomen algo de forma. Eso sí, debes tener cuidado con toda la información que hay a tu alcance. Selecciona fuentes fiables y ten espíritu crítico. Quizás pueda ayudarte algunos de los artículos de este blog.

3. Explorar las opciones posibles no significa necesariamente que te vayas a separar. Conoce tus opciones, cuáles son tus derechos y obligaciones. Eso te ayudará a gestionar algunos de los mayores miedos que sientes ahora.

4. Cambia tus contraseñas. Debes sentir la seguridad de que mantienes independencia en lo que consideres oportuno. Durante este tiempo de reflexión puede ser que necesites privacidad en tu correo, en tus búsquedas en Internet y también en tus comunicaciones telefónicas. Es habitual perder esa intimidad en una relación duradera. Tómate tu tiempo, crea un entorno seguro en el que poder guardar información, recibir comunicaciones, e incluso escribir tus reflexiones. No se trata de ocultarle nada, sino de tener tu espacio para pensar y ser sincera con tus pensamientos. 

5. Ahorra algo de dinero. Si decides separarte, necesitarás disponer de algo de dinero extra. Si todo tu dinero está en cuentas conjuntas, te aconsejo que encuentres el modo de ahorrar una parte de tus ingresos para poder destinarlo a ts necesidades (acompañamiento emocional, consejo legal, afrontar el traslado, etc).  Quizás nunca lo necesites, pero seguro que te hace sentir más segura. 

6. Si ha existido alguna muestra de violencia física o psicológica en vuestra relación, o crees que puede reaccionar de manera violenta ante tu decisión, toma medidas de seguridad.  Hay muchos signos y formas de abuso, y a veces es difícil identificarlas como tal. Quizás pueda ayudarte leer sobre la violencia psicologica.

Puede que sientas que puedes manejarlo, pero las cosas no mejorarán a menos que hagas algo para cambiar la situación actual. Ten la documentación esencial a mano, cuéntale a tu familia y amigos lo que está sucediendo. No te quedes en el mismo espacio que tu ex si sientes que la situación puede descontrolarse. 

7. Haz una lista de tus dudas financieras más importantes.  Si te divorcias, tendrás que poder mantener tu economía de manera autónoma y debes planificarte para tomar las mejores decisiones. Si tienes deudas, ¿conoces tu responsabilidad personal? Tenéis ahorros comunes ¿tienes claro cómo repartirlos? Quizás incluso tenéis propiedades comunes. Te recomiendo que consultes con una persona profesional experta antes de hacer ningún movimiento económico.

8. Decide con cautela con quién compartir tus pensamientos y emociones.  Pocas personas pueden ser verdaderamente objetivas, y menos aún cuando hay emociones encontradas. Sin embargo es muy probable que tu entorno opine, aún sin preguntarles, e incluso que emitan juicios de valor. Cuando una persona más sabe sobre un tema, menos se atreve a opinar sobre ello, porque más consciente es de su complejidad. Por eso, suele opinar quien menos conocimiento de causa tiene, ¿para qué tomarlo en cuenta?

9. Haz lo posible por asumir la corresponsabilidad en el destino de vuestra relación, sin echar las culpas al otro ni tampoco culparte a ti de todo. A medida que reflexionas y te informas sobre los problemas de tu matrimonio y lo que es posible para vuestras vidas, intenta evitar las actitudes adversas, vengativas, y de culpabilización.

10. Evalúa tus mayores temores ¿Temes no poder «permitirte un divorcio»? ¿Tienes miedo de lo que el divorcio haría a tus hijos y, por lo tanto, de permanecer en un matrimonio «por los niños»?  Escribir tus temores, o acudir a la ayuda profesional para  gestionarlo es la clave. Puede que reconozcas que no puedes permitirte el divorcio porque necesitas tu cordura… o que en realidad te estás escondiendo detrás de los niños para no tener que ser madre soltera o enfrentarte a estar sola.

11. Piensa en el impacto que tienen tus hijos ahora y en el que tendrán a largo plazo. Si están viviendo peleas constantes, es evidente el perjuicio que les produce alargar el matrimonio. Pero muchas veces decimos “los niños no saben nada porque nunca discutimos”. Quizás no ven discusiones, pero seguro que tampoco presencian muestras de cariño. El modelo de familia, de relación de pareja que están interiorizando no es lo que debería. Tu falta de claridad y tus dificultades no resueltas, o la zona de guerra creada, determinará su autoestima, y sus relaciones futuras. La afirmación “no me separo por mis hijos” debemos reformularla por “debo separarme por mis hijos”. Les enseñarás a afrontar los cambios, a buscar su felicidad, a tomar decisiones aunque no sean sencillas. Y dependiendo del proceso que escojas, a resolver los problemas desde el diálogo y la calma.

12. Evita desahogarte en las redes sociales. Vigila dónde te desahogas y ten cuidado con las redes sociales. Si dices algo en línea, está ahí para siempre y puede ser utilizado en tu contra. Lo mismo ocurre con los correos electrónicos. 

13. Reconoce que el matrimonio no viene con un manual de instrucciones. En nuestra cultura, la mayoría de nosotros estamos mal preparados para que un matrimonio funcione. A menudo es algo que aprendemos -o dejamos de aprender- después de dar el “sí quiero”. En este momento de tu relación, no vale la pena que te castigues… esa energía está mejor empleada en averiguar qué hacer con tu situación hoy y cómo vas a avanzar mañana.

14. Pregúntate si queda algo de amor. ¿Aún amas a tu cónyuge? ¿Hay algo que realmente puedas o pueda hacer para reavivar la llama? A veces es difícil encontrar el amor cuando te consume la ira, el resentimiento o estás pasando una época de mucho estrés en tu vida, la crianza de los hijos y un millón de luchas cotidianas. Sin embargo, si queda siquiera un indicio de amor, vale la pena preguntarse: «¿Podemos volver a intentarlo?» Si tu respuesta sincera es “no”, trata de no generar en la otra persona falsas expectativas. Sé clara en tu mensaje, y enfocad todas vuestras energías a poder cerrar esta etapa de vuestra vida de la mejor manera posible. 

15. Si decides permanecer en el matrimonio, dialoga con tu pareja cómo vais a trabajar en vuestro matrimonio para empezar a hacer las cosas de forma diferente. Es poco probable que puedas hacer esto sin el apoyo de un profesional, por lo que te sugerimos que busques un consejero matrimonial capacitado.

Si después de mucho meditar, de meses pensando en ello, tratando de remontar vuestra relación de pareja, has tomado la decisión de separarte, aquí tienes un artículo dedicado a cómo decirle a mi pareja que me quiero separar.

Si echas la vista atrás dirías tantas cosas y a la vez tan pocas… Te sientes frustrada,  cansada, decepcionada y triste. Si no, no habrías llegado a pensar que la idea de separarse es la mejor ¡No tiras la toalla a la primera dificultad! Te has esforzado mucho, has sacrificado mucho para intentar que todo vaya bien, que las cosas “volviesen a ser como antes”, pero sin éxito. De eso no hay duda.

Sentir que tienes un plan sobre qué decir y cómo decirlo puede ayudar a que sientas la fuerza que necesitas para afrontar ese momento de la mejor manera posible. 

16. Evaluad lo que habéis hecho como pareja para reparar vuestra relación. ¿Habéis recibido en algún momento ayuda profesional? ¿os ha funcionado? No todas las terapias de pareja son iguales. Si están trabajando con un terapeuta y no están haciendo progresos, no significa que deban separarse necesariamente. Investiga qué tipos de terapia de pareja tienen las mejores tasas de éxito y encuentra un profesional capacitado que os enseñe a comunicaros el uno con el otro y os ayude a ambos a entender que el crecimiento y el cambio requieren un profundo compromiso por parte de ambos.

17. Considera la posibilidad de un asesoramiento familiar. Especialmente útil para las parejas en las que uno de los miembros quiere separarse y el otro desea reparar la relación, el asesoramiento de discernimiento ayuda a las parejas a entender si sus problemas tienen solución. Una ventaja añadida es que el asesoramiento está diseñado para ser a corto plazo y para ayudarle a responder a la importante pregunta: «¿Debemos separarnos?»

18. Piensa en tu papel en las dificultades del matrimonio y no te aísles. Si estás convencido de que la terapia matrimonial no está funcionando o que su cónyuge no está participando, o que tus esfuerzos por intentar hacer las cosas de forma diferente están fracasando, no te aísles. Intenta ir más allá. Estar solo oscurece el camino y te mantiene en un círculo de pensamiento obsesivo.

19. Resuelve tus dudas legales. Comienza a hacer un listado de preguntas legales y trata de obtener respuesta cualificada ¿Qué diferencia hay entre separarse o divorciarse? Si me quiero separar ¿qué debo hacer? ¿Cómo puedo separar los bienes que tenemos en común? ¿Conoce las diferentes vías? ¿Es la mediación familiar una opción para mi? ¿Cómo encontrar un buen abogado? ¿Cuáles son mis derechos? ¿Y los de mis hijos? ¿En qué consiste el proceso? 

20. Consulta fuentes fiables y actualizadas. La legislación y sobre todo la jurisprudencia sobre familia evoluciona con rapidez. Sé exigente con tus fuentes de información y comprueba que son cuestiones actualizadas recientemente. 

21. Considera un tiempo de reflexión acotado. A menudo, cuando hay un cambio físico en la pareja, es más fácil pensar con claridad y reflexionar sobre lo que es realmente importante. Considera la posibilidad de tomarte unas vacaciones lejos de tu pareja, para tener tiempo. Si deseas vivir por separado, asegúrate de consultar con un abogado de tu estado antes de hacer nada, especialmente si tienes hijos.

22. Organiza y prioriza tus cuestiones prácticas más importantes. Si nunca has pagado las facturas, ¿cómo vas a empezar?  Si trabaja horas extras la mayoría de los días, ¿quién se quedaría en casa con  los niños después del colegio, cuándo os separéis? Todas estas cuestiones tienen solución. Requieren planificación, pero nunca son las razones adecuadas para mantener una relación de pareja insatisfactoria. 

23. Supera el proceso de pensamiento cíclico. Por más que pienses en ello, no se solventará de repente. Quizás necesites apoyo profesional. También puede ayudarte entender el proceso legal y emocional así como identificar qué te impiden tomar la decisión. Aprender sobre tus opciones te permitirá profundizar y ganar seguridad y estar más informado si decide consultar después con el siguiente nivel de expertos (abogados, asesores financieros, mediadores) cuya tarifa por hora suele ser más cara.

24. Pide referencias de los profesionales que quieres que te acompañen. Quizás de alguna persona conocida, o consultando en Internet. Y cuando sientas que estás preparada para contratar a alguien, busca conexión con la persona profesional. Es importante sentir confianza.

25. Programa consultas con varios expertos para poder comparar la manera de enfocar el tema. Te recomiendo que te entrevistes con abogados pero también con algún/a mediador/a familiar.  Puedes preparar preguntas para resolver tus dudas. 

Si apostáis por una separación de mutuo acuerdo, la mediación os ayudará a conseguir el mejor resultado posible. Y..adivina qué..! Llevo trabajando como abogada y mediadora desde hace más de 18 años y estoy aquí para acompañarte en este proceso.

26. Planifica cómo pagar el proceso de separación o divorcio. ¿Utilizaréis dinero conjunto, un préstamo, tarjeta de crédito, o pedirás dinero prestado a un amigo o pariente? Compara los honorarios de varios profesionales, teniendo en cuenta su nivel de expertis y su dedicación. 

27. Plantéate si necesitas a profesionales en otras áreas antes de alcanzar acuerdos en el divorcio: fiscalistas, agentes inmobiliarios, psicólogos infantiles, etc. Recibir información objetiva y profesional descargará de emociones el proceso, para poder tomar las mejores decisiones.   

28. No estás preparado para el divorcio si no puedes aceptar los cambios. Si no puedes aceptar que habrá un cambio en tus finanzas, estilo de vida, grupos de amigos o tradiciones, no estás preparado para el divorcio. Si no puede aceptar la incertidumbre… que a veces habrá miedo e incógnitas, entonces no está preparado para el divorcio. Por otro lado, puede que no tengas otra opción. En ese caso, busca apoyo para enfrentarte a tus mayores temores. 

29. Si la idea de «me quiero separar» rodea tu cabeza y quieres seguir adelante con el divorcio, determina cómo quieres comportarte a lo largo de esta difícil etapa, y más allá. Recuérdate a ti mismo que no tendrás control sobre tu ex, pero que harás lo posible por controlar tu forma de actuar y reaccionar. Si tenéis hijos, pregúntate cuál es el modelo que quieres mostrarles. Establecer una imagen clara de quién quieres ser y qué quieres demostrar a tus hijos te ayudará en esta próxima etapa, a menudo difícil. Recuerda que puedes optar por distintos tipos de procesos. Mantener una buena relación y conunicación con tu ex después de la separación es lo que tus hijos necesitan.

30. Entiende la importancia de evitar llegar a los tribunales, si es posible. Quizás conocer experiencias de algún conocido te ayuda a conocer la dimensión que puede tener un procedimiento judicial de divorcio. Pero para evitar que intervenga un juez, tendrás que ser flexible, negociar de buena fe y ceder en los temas difíciles. El rencor y la poca flexibilidad es lo que lleva a la gente a litigar. Litigar implica acabar  con enormes facturas legales y una relación destruída.

31. Empieza a recopilar su información financiera.  Si decide iniciar el proceso de divorcio, deberás clarificar tus finanzas. Te recomiendo que ordenes gastos e ingresos, quizás con un excel sencillo, y además recopila documentación como la declaración de IRPF, las últimas nóminas o las declaraciones de IVA en caso de ser profesional autónomo, así como otros datos relativos a cuentas de ahorro, inversiones, préstamos, etc. Ten a mano la documentación para cuando sea necesario. 

32. Planifica cuáles deben ser los próximos pasos.  Si te quieres separar, debes saber cuáles son sus próximos pasos en base al tipo de proceso que hayas escogido. Después de conocer a varios profesionales y explorar lo que cada proceso puede ofrecerte, estás lista para decidir e qué procedimiento te sientes más cómoda, y con la ayuda de tu experto de referencia, planificar los siguientes pasos. 

33. Descubre lo que un grupo de apoyo puede ofrecerte. Sentirte apoyada y escuchada, disminuirá tu ansiedad y estrés. 

34. Sé amable contigo misma. Comprende que habrá momentos en los que te sientas como una loca, como si hubieras vuelto a tu viejo bucle de contemplar el divorcio y preguntarte si estás haciendo lo correcto.. Pero no es cierto, has seguido muchos de estos pasos, y ahora no es como otras veces. Tienes más información, has reflexionado sobre ello, y estás preparada para emprender el camino hacia el cambio. 

35. Tus hijos son lo primero, siempre, y especialmente ahora. Pero eso no significa que no debas dar el paso, sino que debes tener en cuenta su bienestar durante todo el proceso, por encima de todo. Recibe asesoramiento profesional para acompañarles emocionalmente durante el proceso, apuesta por el diálogo, toma las decisiones poniéndoles a ellos en el centro, y confía en sus capacidades. Todo irá bien. 

Tanto si estás pensando en separarte como si ya estás atravesando esta confusa experiencia, algo que vemos que marca una diferencia significativa para las mujeres es la elección consciente de no separarse solas. Desde 2012, acompaño a familias en este proceso de cambio, desde la responsabilidad y el diálogo. Estoy aquí para ayudarte. 

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