No, si vas a divorciarte, no tienes que detallar los motivos que te han llevado a tomar esta decisión. Sigue leyendo para conocer todos los aspectos de un divorcio por falta de relaciones sexuales.
Cuando existe falta de intimidad, de relaciones sexuales con la pareja, se siente una gran inseguridad. La necesidad de sentirnos deseados, va más allá del acto físico del sexo, hay un componente psico-emocional muy importante. Además, el hecho de que socialmente nos reconozcamos como parejas monógamas hace que sintamos que tenemos derecho de exigir a nuestra pareja que satisfaga nuestra necesidad sexual, para evitar “tener que ir a buscarlo a otra parte”.
A nivel legal, el ordenamiento jurídico actual en España no contempla el divorcio por falta de relaciones sexuales, a diferencia del que estuvo vigente hasta 2005. La Ley 15/2005, de 8 de julio, modifica el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio. Trata el divorcio como una institución sujeta a la voluntad de los cónyuges, por lo que cualquiera de ellos puede solicitarlo, sin necesidad de invocar causa legal alguna.
He recibido varias consultas en este sentido, clientas con problemas de falta de intimidad en su matrimonio que quieren pedir el divorcio por falta de relaciones sexuales, o por sentir la presión de cumplir con esa “obligación conyugal” sin sentir ese deseo. En este artículo intentaré aclarar esas dudas. Estos son los puntos que vamos a comentar:
Pedir el divorcio, no el divorcio por…
Desde 2005, las parejas que quieren separarse pueden hacerlo sin especificar ninguna causa específica, a diferencia de lo que ocurría antes. Previo a este profundo cambio de legislación en relación con la separación y el divorcio, había establecidas unas causas legales.
Algunas de ellas eran: la infidelidad conyugal, la conducta injuriosa o vejatoria y cualquier otra violación grave o reiterada de los deberes conyugales, la condena a pena de privación de libertad por tiempo superior a seis años y el alcoholismo, la toxicomanía o las perturbaciones mentales, siempre que el interés del otro cónyuge o el de la familia exijan la suspensión de la convivencia.
Hoy, sin embargo, la simple voluntad de uno de los cónyuges de no continuar con el matrimonio es suficiente para poder obtener el divorcio.
En cuanto a las relaciones sexuales, no son obligatorias en el matrimonio. La ley ampara la libertad sexual de sus miembros como la de cualquier ciudadano, independientemente de su estado civil.
Divorcio por falta de relaciones sexuales ¿Qué fue antes?
Vale, no existe la formula “divorcio por falta de relaciones sexuales” desde el punto de vista legal, en un proceso de separación. Aunque si nos centramos en la relación saliendo de las consideraciones jurídicas, este es un motivo frecuente en el origen de las crisis de pareja.
Pero, ¿hablamos de motivo o de consecuencia? Dicho de otra forma, los problemas y el estrés provocan falta de deseo sexual, o la falta de deseo sexual provoca problemas y estrés.
Según nos dice Claudia Carvalho, experta en sexología y terapia sexual: “La ausencia de sexo en las relaciones de pareja está más asociada a la dinámica de la relación, que interfiere en la vida sexual que a la propia falta de actividad”.
Aunque no cabe duda de que, una vez que se inicia este proceso, las consecuencias de la falta de intimidad alimentan el problema de forma que puede acabar convirtiéndose en un círculo de difícil salida.
7 Causas más comunes que pueden generar el divorcio por falta de relaciones sexuales
1. El efecto “Sombras de Grey” o lo malo que es compararse.
Tener una idea poco realista de la relación de pareja a largo plazo. Ese amor de película, la imagen que nos venden en los medios de personas siempre jóvenes, siempre interesantes, triunfadoras. El Facebook de los amigos que refleja una vida aparentemente ideal. Los niños de la vecina que igual tocan la tuba que aprenden japonés y tienen unos modales perfectos.
No profundizar, no aceptar que el escenario propio, visto desde dentro, puede que no parezca tan brillante como el de los demás pero eso no significa que no lo sea.
2. Tema tabú, vergüenza y vulnerabilidad
Es un tema difícil de tratar porque la persona se siente expuesta. Aparecen con facilidad sentimientos de vergüenza, culpa propia y del otro, que dificultan la comunicación tan necesaria en esa situación.
3. Causas físicas
Con el paso de los años, cada pareja pasa por diferentes situaciones como enfermedad, tratamiento, edad que pueden afectar el deseo sexual de uno o los dos.
4. Parentalidad y sexo
La llegada de un nuevo miembro a la familia supone una serie de cambios radicales, entre los que está la falta de intimidad, a veces durante muchos meses. Un embarazo de riesgo, las molestias propias que en ocasiones pueden afectar el deseo, la falta de sueño, la tensión de vivir situaciones nuevas, el miedo a retomar las relaciones sexuales después de una episiotomía o una cesárea, etc. Retomar tu vida sexual activa puede resultar complicado.
5. Infidelidad o pensamientos de separación o divorcio
En estos casos la intimidad en la pareja se ve afectada en todos sus aspectos.
6. Reticencia a consultar con un especialista en el tema
Se asume como normal acudir a un especialista cuando tenemos algún problema de salud. Cada vez es más frecuente tener esta misma conducta con los problemas de salud mental. Pero no ocurre así con la sexualidad, todavía hay mucha reticencia a consultar estos problemas con especialistas.
La terapia sexual es una herramienta útil que es muy recomendable, no solo cuando ya la relación está irreversiblemente dañada, sino como medida preventiva.
7. Uso del sexo para manipular al otro
Manipular es someter a la otra persona a los intereses propios, haciéndole sentir y creer que son suyos, o de los dos. Cuando se usa en la relaciones sexuales, estas dejan de ser una forma de expresión de cariño y confianza, dañando la relación de pareja.
¿Puede permanecer la pareja sin tener relaciones sexuales?
Esta es una pregunta que toda pareja que pasa por esa situación debe responderse. Porque la intimidad no es solo la relación sexual y hay parejas que han aceptado que no haya sexo en su relación. Aunque no es el caso de la mayoría.
En general, la falta de relaciones sexuales provoca o está directamente relacionada con los siguientes escenarios:
- Baja autoestima, idea distorsionada de uno mismo, inseguridad.
- Cambios de humor, estrés, inestabilidad emocional y falta de sueño.
- Crecen las fantasías sexuales, infidelidad, que es una de las causas más frecuentes de divorcio por falta de relaciones sexuales.
- Soledad, malestar físico.
- Falta de comunicación, crispación, sentimientos de culpabilidad, reproches.
4 consejos para evitar/gestionar un posible divorcio por falta de relaciones sexuales
- Si las relaciones sexuales con tu pareja no están funcionando como necesitas, es una buena idea acudir a un especialista. Es lo que hacen las parejas inteligentes.
- No busquéis causas, si sentís que esto se acabó, confiad en vuestro instinto. No necesitáis una causa que os haga sufrir para tomar esta decisión.
- Si es una dificultad, hay muchas opciones como la terapia, los acuerdos… y puede que así no acabéis en una separación.
- Pero si tenéis que acabar ahí, no pasa nada, hay vida después del divorcio. No renunciéis a una parte de vuestra vida porque os bloquee el miedo.
Si te ha parecido interesante el artículo, no te pierdas el directo en Instagram en el que hablé con Claudia Carvalho, experta en sexología y terapia sexual. Accede a través de este enlace: ¿Es la falta de sexo causa de separación?