¿Cómo decirle a mi pareja que me quiero separar después de tanto tiempo juntos?
Después de mucho meditar, de meses pensando en ello, tratando de remontar vuestra relación de pareja, has tomado la decisión de separarte, pero no encuentras el momento ni las palabras para hablar con tu pareja sobre tu decisión.
Si echas la vista atrás dirías tantas cosas y a la vez tan pocas… Te sientes frustrada, cansada, decepcionada y triste. Si no, no habrías llegado a pensar que la idea de separarse es la mejor ¡No tiras la toalla a la primera dificultad! Te has esforzado mucho, has sacrificado mucho para intentar que todo vaya bien, que las cosas “volviesen a ser como antes”, pero sin éxito.
De eso no hay duda. Pero, con esa sensación de vulnerabilidad, y el peso de tomar tú la iniciativa, temes decir esas palabras en voz alta, porque se vuelven reales y parece que no haya marcha atrás. Aunque por otro lado, guardar silencio también empieza a pesar demasiado.
Sentir que tienes un plan sobre qué decir y cómo decirlo puede ayudar a que sientas la fuerza que necesitas para afrontar ese momento de la mejor manera posible.
No se trata de que lleves un discurso preparado, eso no funciona. Más bien se trata de crear un espacio adecuado y tener en cuenta algunas cosas que puedan conseguir que la experiencia resulte más sencilla de lo que esperas.
Dónde, cuándo y cómo decirle que te quieres separar
1. Dónde decirle que te quieres separar
Escoge un lugar tranquilo, en el que ambos podáis sentiros cómodos, con intimidad suficiente para poder mostrar vuestras emociones, pero, a poder ser, evita el dormitorio. No es buena idea empezar esta conversación dónde se debe conciliar el sueño. Además es un espacio reducido que puede resultar agobiante. Es preferible escoger una estancia más amplia, donde poder moverse con libertad y sentarse cómodamente.
2. Cuándo decirle que te quieres separar
Lo más importante es que sientas que tu cuerpo te pide hablar de ello. No existe un momento ideal para decirle a tu pareja que te quieres separar. Siempre habrá algo que te ayudará a retrasar la conversación: una fecha especial que se aproxima, un mal día en el trabajo, etc. Aísla las circunstancias externas y déjate guiar por tu instinto.
También te recomiendo que evites iniciar la conversación de noche, pues sin duda os quitará el sueño, pero no el cansancio, y cuando estamos cansados tendemos a decir cosas que no sentimos y que pueden herir al otro.
Es preferible que vuestros hijos no estén en casa. Quizás algún familiar o amigo puede ofreceros un tiempo de canguro. Sea como sea, encuentra el modo de estar lo más tranquilos posible y de que vuestros hijos sean testigos de vuestro estado de ánimo. Llegará el momento de afrontar esta misma conversación con ellos, pero para eso aún quedan cosas por hacer. En cualquier caso seguro que es un tema que te preocupa sobre el que puedes leer más en el artículo “Separación con hijos, ¿cómo actuar?”.
También ayuda tener un tiempo limitado para hablar de ello, aunque sea necesario retomar la conversación en varias ocasiones durante los próximos días. Es preferible tener dos o tres horas para hablar en esta primera ocasión y después poder pensar sobre ello, cada uno individualmente, aunque en los días y semanas siguientes volváis a retomar la conversación. Ten en cuenta limitar el tiempo de esas conversaciones posteriores siempre por períodos similares (dos o tres horas máximo). Las conversaciones, después de dos o tres horas, tienden a desvirtuarse, y es más fácil decir algo que pueda herir al otro. Además, las conclusiones que no se han alcanzado en ese tiempo, no se alcanzarán sumando cansancio a la ecuación.
3. Cómo decirselo
No se trata de llevar un discurso aprendido, eso no funciona, sino de tener presentes algunos consejos que te mantengan en el ahora y el futuro, y eviten que te recrees demasiado en el pasado.
- Expresa tus ideas de forma clara y concisa, un mensaje claro y conciso, pero a la vez calmado y razonado. Evita generar falsas esperanzas tratando de suavizar el mensaje. Ya lo dice el refrán “más vale una vez roja que ciento colorada”.
- Mantén la calma, tanto en el lenguaje verbal como en el no verbal. El objetivo es que comprenda lo que le estás comunicando y que podáis poner fin a la relación de la mejor manera posible. No te desvíes. Es probable que la otra persona necesite liberar su miedo y desazón. No entres al trapo de provocaciones.
- No caigas en el por qué y construye desde el para qué. Seguro que te pregunta repetidamente ¿por qué tomas esta decisión? No sientas la necesidad de justificarte trayendo temas del pasado que no tienen solución. Es importante que ambos podáis comprender el por qué del fin de vuestra relación, pero también es improbable que compartáis los mismos razonamientos al respecto.
- Evita la palabra culpa y substitúyela por la palabra responsabilidad. La culpa es una losa difícil de cargar, en cambio la responsabilidad es más sencilla tanto de compartir como de gestionar. Desde la corresponsabilidad se puede avanzar en todos los sentidos.
- Habla del futuro y evita recrearte en el pasado. No caigas en reproches, mantén una actitud positiva y transmítele que esta decisión es buena para los dos.
- Habla desde el yo: de tus emociones, tus expectativas… La sinceridad y la honestidad serán tus mejores aliadas. No generes confusión ni falsas esperanzas ¿De verdad crees que puede hacer algo que te haga cambiar de idea?
- Muestra empatía, mantén una posición de escucha activa. Deja que se exprese con libertad y mantén una actitud de escucha activa. Quizás te sorprenda lo que tiene que decir.
Frases: Lo que debes y no debes decir
Frases prohibidas:
- “Tenemos que hablar”
- “No eres tú, soy yo”
- “Ya sé lo que vas a decir”
- “Me haces sentir… “
- “Es culpa…”
Frases facilitadoras:
- “Me siento…”
- “Este cambio abrirá nuevas oportunidades”
- “Eres importante para mí”
- “He tomado esta decisión para…”
Después de verbalizarlo sentirás una sensación de liberación reconfortante, a pesar de la tristeza y los miedos. Céntrate en esa sensación como motivación para afrontar esta conversación pendiente y recuerda que en gran medida es el amor hacia el otro y hacia vuestros hijos lo que te ha traído a estar leyendo este artículo.
Consejos si te quieres separar
1. Supera el proceso de pensamiento cíclico
Por más que pienses en ello, no se solventará de repente. Quizás necesites apoyo profesional. También puede ayudarte entender el proceso legal y emocional así como identificar qué te impiden tomar la decisión. Aprender sobre tus opciones te permitirá profundizar y ganar seguridad y estar más informado si decide consultar después con el siguiente nivel de expertos (abogados, asesores financieros, mediadores) cuya tarifa por hora suele ser más cara.
2. Asegúrate de estar preparado para el cambio
No estás preparado para el divorcio si no puedes aceptar los cambios. Si no puedes aceptar que habrá un cambio en tus finanzas, estilo de vida, grupos de amigos o tradiciones, no estás preparado para el divorcio. Si no puede aceptar la incertidumbre… que a veces habrá miedo e incógnitas, entonces no está preparado para el divorcio. Por otro lado, puede que no tengas otra opción. En ese caso, busca apoyo para enfrentarte a tus mayores temores.
3. Piensa en el impacto que tienen tus hijos ahora y a largo plazo
Si están viviendo peleas constantes, es evidente el perjuicio que les produce alargar el matrimonio. Pero muchas veces decimos “los niños no saben nada porque nunca discutimos”. Quizás no ven discusiones, pero seguro que tampoco presencian muestras de cariño. El modelo de familia, de relación de pareja que están interiorizando no es lo que debería. Tu falta de claridad y tus dificultades no resueltas, o la zona de guerra creada, determinará su autoestima, y sus relaciones futuras. La afirmación “no me separo por mis hijos” debemos reformularla por “debo separarme por mis hijos”. Les enseñarás a afrontar los cambios, a buscar su felicidad, a tomar decisiones aunque no sean sencillas. Y dependiendo del proceso que escojas, a resolver los problemas desde el diálogo y la calma.
4. Ahorra algo de dinero
Si decides separarte, necesitarás disponer de algo de dinero extra. Si todo tu dinero está en cuentas conjuntas, te aconsejo que encuentres el modo de ahorrar una parte de tus ingresos para poder destinarlo a ts necesidades (acompañamiento emocional, consejo legal, afrontar el traslado, etc). Quizás nunca lo necesites, pero seguro que te hace sentir más segura.
5. Planifica cómo pagar el proceso de separación o divorcio
¿Utilizaréis dinero conjunto, un préstamo, tarjeta de crédito, o pedirás dinero prestado a un amigo o pariente? Compara los honorarios de varios profesionales, teniendo en cuenta su nivel de expertis y su dedicación.
6. Resuelve tus dudas legales
Comienza a hacer un listado de preguntas legales y trata de obtener respuesta cualificada ¿Qué diferencia hay entre separarse o divorciarse? Si me quiero separar ¿qué debo hacer? ¿Cómo puedo separar los bienes que tenemos en común? ¿Conoce las diferentes vías? ¿Es la mediación familiar una opción para mi? ¿Cómo encontrar un buen abogado? ¿Cuáles son mis derechos? ¿Y los de mis hijos? ¿En qué consiste el proceso?
7. Programa consultas con varios expertos
Para poder comparar la manera de enfocar el tema, te recomiendo que te entrevistes con abogados pero también con algún/a mediador/a familiar. Puedes preparar preguntas para resolver tus dudas. Si apostáis por una separación de mutuo acuerdo, la mediación os ayudará a conseguir el mejor resultado posible. Y..adivina qué..! Llevo trabajando como abogada y mediadora desde hace más de 18 años y estoy para acompañarte en este proceso.
Lee el artículo completo Me quiero separar, ¿qué debo hacer? Consejos imprescindibles a seguir en 2022.